Hoy, buceando por internet, he encontrado algo. Un Blog. El Blog de un maestro. Es este:
Y leyendo entre sus entradas, encuentro un texto. Y no puedo menos que acordarme de los Profesores de nuestro Cole. Os lo voy a copiar, a ver si os gusta:
Esos locos que enseñan. Yo los conozco. Los he visto muchas
veces. Son raros. Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una
hora antes, otros recorren todos los días más de 100Km de ida y otros tantos de
vuelta. Están locos.
En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo, piensan en sus
clases, preparan tareas para el curso siguiente. En invierno hablan mucho,
siempre llevan caramelos de miel y limón en los bolsillos, otros con una
botella de agua a su lado. Su garganta siempre está dolorida, pero siguen
enseñando, a veces fuerzan su voz, pero siguen transmitiendo sus conocimientos
con cariño e ilusión.
Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de excursión con sus alumnos
y se encargan de gestionar autorizaciones, recogida de dinero y responsabilidad
extra.
Qué será de ellos y ellas. Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen
planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado que llegan cargados
con cuadernillos y exámenes, que han corregido la tarde anterior en su casa.
Son mujeres y hombres, casados, solteros,...de diferentes edades, pero a todos
les apasiona su trabajo, ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y conseguir de
ellos ciudadanos competentes.
Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Algunos dicen de ellos que
viven muy bien, pero les han recortado el sueldo y siguen trabajando incluso
más que antes, algunos no miran ni su nómina porque su pasión por la enseñanza
los hace ciegos a pensar en el cobro. Disfrutan con lo que hacen, aunque haya
padres que los discutan y les quiten autoridad, ellos siguen hacía adelante.
Están mal; por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no les
importa perder tiempo de su ocio para reciclarse.
Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas,
que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban, que se alegran cuando
sus alumnos avanzan.
Están mal de la cabeza, yo los he visto. Dicen de algunos que fueron muy
importantes, que siempre tienen palabras de aliento; dicen sólo que son
MAESTROS y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO.
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